Mex. abril 2025 — El Papa Francisco, nacido como Jorge Mario Bergoglio, falleció esta mañana a los 88 años en su residencia de la Casa Santa Marta, en el Vaticano. El deceso ocurrió a las 7:35 a.m. (hora local), tras varios meses de complicaciones de salud, entre ellas una severa infección respiratoria que lo mantuvo hospitalizado durante casi un mes en el Hospital Gemelli de Roma.
Su última aparición pública fue apenas ayer, durante la celebración del Domingo de Resurrección, cuando impartió la tradicional bendición Urbi et Orbi visiblemente debilitado, en lo que sería su despedida ante los fieles.
La noticia fue confirmada por el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo del Vaticano, quien expresó: “Anuncio con profundo dolor la muerte de nuestro Santo Padre. Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente en favor de los más pobres y marginados”.
Francisco pasará a la historia como el primer Papa latinoamericano, jesuita y no europeo en más de quince siglos. Elegido en 2013 tras la renuncia de Benedicto XVI, su pontificado estuvo marcado por un enfoque social contundente, una crítica sostenida al sistema económico global, y una apuesta firme por la inclusión dentro de la Iglesia. Su apertura hacia las comunidades LGTB+, el impulso de reformas internas y su lucha sin tregua contra los abusos sexuales en el clero dejaron una huella profunda y, en muchos casos, polémica dentro de la estructura eclesial.
Tras su fallecimiento, se activó el protocolo de sede vacante. Esta misma noche, a las 20:00 horas de Roma, se celebrará el rito de confirmación de la muerte, en el que se certificará oficialmente su deceso y se iniciarán los preparativos para su sepelio.
Las reacciones no se hicieron esperar. Líderes políticos y religiosos de todo el mundo expresaron su pesar por la pérdida. El rey Felipe VI de España elogió su capacidad para generar consensos y su visión por un mundo más solidario. En Argentina, su país natal, se decretaron siete días de duelo nacional.
El futuro de la Iglesia ahora recae en el próximo cónclave, cuya elección se anticipa compleja, dado que muchos de los cardenales con derecho a voto fueron nombrados por el propio Francisco y pertenecen a contextos culturales diversos.
En enero de este año, Francisco publicó su autobiografía titulada Esperanza, una reflexión final sobre su vida, su fe y su visión de la Iglesia. Hoy, el mundo despide a un pontífice que, con humildad, cercanía y determinación, buscó renovar la Iglesia y tender puentes hacia los más olvidados.

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