La legisladora panista resumió la crítica central de su grupo parlamentario: el impuesto se justifica con argumentos de salud, pero el dinero termina en la "caja general" del gobierno sin garantizar el acceso a tratamientos y medicamentos para quienes viven con diabetes e hipertensión.
La diputada Balderas y el PAN no rechazan la idea de que la salud sea la prioridad, pero exigen una condición fundamental para aprobar el gravamen: la asignación específica y transparente de los recursos.
La iniciativa se centra en tres puntos neurálgicos:
1. Medicamentos y Atención Directa: Que el dinero del impuesto se utilice de forma exclusiva para adquirir medicamentos e insumos para la atención de pacientes con diabetes e hipertensión.
2. Educación y Prevención: Destinar fondos a programas de educación nutricional y prevención, con énfasis en la infancia.
3. Fortalecimiento Hospitalario: Invertir en el fortalecimiento de hospitales y clínicas para reducir los tiempos de espera y garantizar el suministro de medicinas.
La legisladora enfatizó que, sin este compromiso, el impuesto es una "medida que promete mucho y entrega poco" y afecta el bolsillo de las familias sin proteger realmente su salud. Balderas cerró su intervención con una exigencia clara: "Luchamos para que cada peso de este impuesto vaya a salvar vidas, no a llenar una caja del gobierno".

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