Toluca, Estado de México a 15 de abril, 2021
Durante el desarrollo de la Sesión Legislativa de hoy, Ingrid
Schemelensky, Diputada Local Atizapense, presentó un punto de acuerdo con tres objetivos,
el primero consiste en exhortar al Gobierno del Estado de México y a los 125
Ayuntamientos para que de forma coordinada y en el ámbito de sus competencias,
realicen campañas de concientización entre la población mexiquense respecto a la
importancia de la correcta disposición de los residuos eléctricos, electrónicos
y residuos covid-19.
El segundo exhorta de igual manera al Gobierno Mexiquenses y a los 125
Ayuntamientos para que implementen una estrategia de recolección, traslado y
disposición de los residuos.
Y el tercero exhorta a los 125 Municipios para que designen y habiliten
espacios donde los habitantes de sus comunidades puedan depositar sus residuos eléctricos,
electrónicos y de covid-19, de manera accesible.
En la exposición de la iniciativa, Schemelensky Castro mencionó que un
dispositivo electrónico abandonado, puede liberar sustancias altamente toxicas
como el Cadmio, Arsénico, Cromo o Niquel, considerados como carcinógenos, es decir, sustancias que pueden
causar enfermedades como el cáncer.
“De acuerdo a estimaciones del Instituto Nacional de Ecología y Cambio
Climático, del total de residuos electrónicos generados en México, sólo se
recicla el 10% de manera formal, mientras que un 40% permanece almacenado en
casas habitación y bodegas. El otro 50%, llega a estaciones de transferencia o
a manos de recicladores informales, rellenos sanitarios o tiraderos no
controlados”, dijo.
Pero por otro lado, la legisladores Atizapense explico que casos de
reciclaje de residuos electrónicos y eléctricos, como los que se realizan en la
Ciudad de México o en el Estado de Querétaro, son muestra de que es posible
hacer las cosas diferentes en beneficio de nuestro medio ambiente y de la salud
de las personas. En donde se separan por tipo de residuos, se desarman y se
envían a diversas empresas para un correcto proceso de reciclaje.
Así mismo, comentó que es importante hacer un llamado también al manejo
de los residuos del material que se utiliza para protegernos de la COVID-19,
como guantes y cubre bocas, que ahora son artículos de primera necesidad, pues
estos productos se suman por millones a los desechos que generamos día con día,
y al no tener un manejo adecuado, están teniendo un fuerte impacto ambiental.
En un día, una sola persona trabajando en áreas COVID-19, puede requerir
hasta 16 cambios de guantes, 4 batas, 4 cubre bocas desechables, 1 mascarilla
N-95 y 1 cubre botas.
“Si bien, un cubre
bocas promedio tiene un peso de 30 a 150 gramos dependiendo del modelo y las
capas que incluya, cada mexicano
que labore 5 días por semana, estaría desechando en promedio más de un 1 kilo
de cubre bocas cada 2 semanas y lo más probable, es que el 90% de estos
terminen en vertederos a cielo abierto o incluso, como ya está sucediendo, en
el océano”, externó.
Además de lo anterior, la también
vicecoordinadora del GPPAN Mexiquense expuso que el Fondo Mundial para la
Naturaleza ha aconsejado a los gobiernos disponer de centros de reciclaje, de
lo contrario, millones de cubre bocas estarían en el medio
ambiente cada mes, tardando 400
años en desintegrarse aproximadamente.
Por último reafirmó la necesidad de que el Estado de México cuente con
una estrategia permanente y coordinada entre el Gobierno del Estado y los 125 municipios de la entidad para reciclar
los residuos, en donde las personas pueden llevar sus aparatos electrónicos, así
como de covid-19; y tengan la certeza de que llevarán un tratamiento adecuado a
través de procesos que no afectan al medio ambiente.
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